COMO SE CORRE UNA CR EQUIPO

A vísperas de la disputa de la Contrarreloj por Equipos del mundial de ruta 2013, comparto con uds las directrices para una disputa de una CR equipos.

La Crono por equipos del Mundial ¿como se corre una CRE?

Los Campeonatos del Mundo de Ciclismo se inician éste domingo con la disputa de la contrarreloj por equipos, tanto la femenina como la masculina.

Se trata de una modalidad ciclista que se disputó entre 1962 y 1994, excepto en los años en los que había Juegos Olímpicos, en los que ésta disciplina pasaba a disputarse en tal evento en vez de en los campeonatos mundiales. En aquellos años se disputaba con algunas diferencias a como se hace ahora. Se competía por selecciones nacionales y no por las casas comerciales que patrocinan a los equipos como se hace actualmente y desde su regreso al mundial el año pasado. El número de corredores por país también era menor, con cuatro ciclistas en vez de los seis actuales, lo que permite que la prueba se dispute sobre una mayor longitud. Éste punto también significa una diferencia a tener en cuenta respecto a las contrarrelojes por equipos que se disputan durante el resto del calendario ciclista, ya que normalmente suelen ser nueve los corredores que parten para que el quinto hombre sea quien marque el tiempo, mientras que en ésta prueba será el cuarto quien pare el cronómetro de los seis que pone cada conjunto en liza. 

Una vez explicado cómo se disputa ésta prueba en el Mundial, pasamos a repasar cómo se corre en ésta disciplina, pues se trata de una de las más complicadas que tienen que afrontar los equipos en su conjunto. De sobra es conocido el temor de algunos jefes de filas a la hora de afrontar éste tipo de etapas en una gran vuelta, que puede causarles una considerable pérdida de tiempo respecto a los conjuntos más expertos en la disciplina en un puñado de kilómetros. Se trata, por tanto, de una prueba muy técnica y que debe ser minuciosamente estudiada y preparada por cada equipo.

Una contrarreloj por equipos se disputa, lógicamente, con las bicicletas de contrarreloj. Ruedas lenticulares, manillares de triatleta, casco aerodinámico, desarrollos adecuados… pero siempre teniendo en cuenta el factor humano, que al final es quien mueve la máquina. Por ello, es vital conocer el recorrido, tanto para los corredores como para el director, que será el encargado de apretar, animar, informar, sostener moralmente al corredor y manejar las referencias. Un trabajo que la tecnología consigue con los famosos pinganillos, pero que antes se realizaba con voces desde la ventanilla del coche o con megáfonos instalados en la baca.

Para empezar, el equipo tiene que tener muy ensayada la salida. Con todos formados en la rampa, el orden del comienzo es básico. Cada corredor tiene que saber perfectamente donde tendrá que ir ubicado nada más lanzarse a disputar. Lo más normal es que sea uno de los corredores situados más al lateral de la rampa de salida sea el primero en encabezar el treno con el resto detrás. La formación del equipo se configura con el más rápido el primero, seguido de un hombre rápido resistente y uno de los más fuertes (porque hará un esfuerzo mucho mayor que el resto: acelerar y relevo seguido). A partir de ahí se tendrían que intercalar uno a uno los corredores con menor potencial o cualidades con los que mayor rendimiento exhiben para que les protejan del viento en mayor medida.

Es necesario tener en cuenta que lo ideal es mantener el bloque en equilibrio hasta el máximo posible, intentando llevar a todos los corredores hasta el 75% del recorrido disputado porque el empuje del bloque es mayor respecto al empuje que pueden realizar menos ciclistas, aunque sean los más especialistas en la disciplina. Además, hay que recordar que, en éste caso, el cuarto corredor marca el tiempo, por lo que cualquier percance en forma de pinchazo, caída o simplemente desgaste físico lastrará al grupo, ya que deberá esperar a su compañero.

Una vez en carrera, la prueba consiste en relevar constantemente. Si todos los corredores tuviesen las mismas características, estaríamos hablando de que todos los relevos serían iguales durante toda la etapa pero, evidentemente, no es así. Fisiológicamente es más efectivo un relevo inferior a los 20”, pero técnicamente más efectivo de 40” cuando el equipo no es experto. Cada relevo quita 0,2” al crucero del grupo. La capacitación técnica del equipo determina su velocidad de rondo y los tiempos han de venir determinados para cada corredor en función de sus posibilidades entre estos tiempos.

En muchas ocasiones hemos visto como un corredor muy potente en la disciplina comanda al grupo durante muchos kilómetros, como Tony Martin o Fabian Cancellara, para compensar la desigualdad de fuerzas con otros compañeros menos especialistas. Es una buena estrategia, teniendo en cuenta que el mayor ahorro energético de un corredor se produce a partir del tercer puesto y siguientes, con un ahorro cercano al 40% de la energía. El segundo emplea un 30% del máximo del primero (ahorro previsto sobre una distancia de un metro desde el centro de la rueda trasera a delantera de su siguiente), por eso mismo el corredor que releve a un ciclista de éstas características tiene que ser potente, para que el ritmo no decaiga radicalmente en el treno. Es esencial mantener la velocidad lo más uniforme posible. El relevo acelerador del equipo ha de ser muy progresivo porque si algún corredor ha bajado el ritmo porque no va bien y se le acelera, puede perder rueda fácilmente. Además, hay que evitar los huecos que se abren entre los corredores, originando pasillos de aire.

En cuanto a la distancia con el corredor precedente, hay que tener en cuenta que la resistencia a vencer es proporcional a la distancia con el de delante, con lo que hay que intentar rodar lo más pegado posible con la librada de rueda hacia el lado que no venga el viento, que es uno de los factores a tener en cuenta siempre en una prueba ya no solo contra el cronómetro sino ciclista en general.

Una vez realizado el relevo, el descuelgue después de relevar debe ser lo más rápido al principio,recuperando velocidad de mitad hacia atrás del grupo, para que el esfuerzo al reentrar en el grupo sea el menor posible. Este es uno de los errores más frecuentes que se producen en una contrarreloj por equipos y se torna en grave dado el desgaste que ocasiona en el corredor. Un ejemplo claro se pudo ver en la CRE inaugural de la Vuelta a España 2013, cuando Boasson Hagen se despistaba a la hora de reentrar en el grupo y, pese al esfuerzo, quedaba definitivamente descolgado.

Otro factor a tener en cuenta es el perfil del recorrido para elegir los desarrollos y programar los relevos, que no serán iguales en las subidas, en los tramos llanos ni en los descensos. De la misma forma, si el trazado es muy curveado, será más complicado mantener la uniformidad del grupo, realizar los relevos y salir lanzado de las curvas sin dejar demasiado espacio entre corredores que después sea muy costoso de recuperar.

Fuente:

@Zapa9MFS